lunes, 18 de enero de 2010

DIOS EN NOSOTROS

En el tiempo que vivimos hay una diferencia bien marcada para los que seguimos al gran maestro de todos los tiempos Jesucristo rey, y esta es la presencia de nuestro Dios vivo en nosotros sus templos vivos , llamados por El para llevar su Arca a todo lugar en donde haya necesidad física y espiritual.
Nuestro Señor Jesucristo nos llamo a ser templos de su Espíritu Santo, apartados del mundo en santidad, esto es una vivencia en disciplina : ayuno y oración constante para mantener libre de contaminacion el templo vivo que va a transportar su presencia bendita por medio de su palabra revelada por el Santo Espíritu de Dios en nuestra alma y espíritu.
Creo que al hablar de templo vivo, muchos creerán que me refiero a las tiendas que ocupaban nuestros hermanos discípulos en la iglesia primitiva, pero recordemos las sabias palabras de nuestro amado Señor Jesucristo /// yo no habitare mas en templos hechos por la mano del hombre./// Yo me iré a buscar a si mismo///
La iglesia o templo viviente es todo aquel que a recibido el bautismo de su santo Espíritu, en el nosotros tenemos contentamiento, discernimiento, amor,l sabiduría y así tantas dádivas que el Espíritu de Jesucristo trae a los que en verdad le creen y guardan su venida.
La estirpe del rey es una señal que se distinguirá en los tiempos de aflicción para la iglesia. Ellos no transaran su palabra, no harán negocios con el evangelio, tendrán respeto y temor a su Dios porque saben a quien han recibido, y todo lo que ellos hablen sera con respaldo de vida, no pueden negar lo que han visto, oído y vivido.
La presencia de Dios en sus templos vivos los lleva a ver su gloria, a saber su verdad y sus misterios divinos.Siempre estarán dispuestos a dar la vida por una causa justa y verdadera, aquella que han vivido y también experimentado, es muy difícil engañar a un templo vivo con la estirpe del rey Jesucristo, pues el discernimiento es un constante mover en el.
Es por eso la diferencia de Dios en nosotros o Dios con nosotros.

Con bendición de mi Dios: REMANENTE